La alcachofa es una variedad de una especie de cardo cultivada como alimento. La parte comestible de la planta consiste en los capullos de las flores antes de que éstas florezcan. Las flores se desarrollan en una gran cabeza a partir de un capullo comestible con escamas triangulares. A las alcachofas se les suelen quitar las espinas y se hierven o se cuecen al vapor. Cuando se comen, a menudo se les quitan las hojas una a una y se preparan con salsa holandesa, vinagre, mantequilla, mayonesa, alioli, zumo de limón u otras salsas.
La parte más interna de la alcachofa llamada corazón puede ser cocinada en aceite y preparada en muchos platos. Esta antigua golosina posee muchos beneficios para la salud, y además de tener un sabor delicioso incorporarla a nuestra dieta no tiene más que ventajas.
Las alcachofas pueden ayudar a limpiar los intestinos
Las alcachofas son una fuente rica de fibra dietética. La fibra insoluble permite el paso suave de las heces en el sistema digestivo. Sin embargo, las personas con sensibilidad o trastornos intestinales pueden querer evitarlas. El estreñimiento crónico puede llevar a varias complicaciones, como la retención fecal, el sangrado rectal y la incontinencia intestinal.
Las alcachofas pueden ayudar a reducir el peso
Una libra de alcachofas tiene sólo 60 calorías. El contenido de fibra puede ayudar a sentirse lleno por más tiempo sin proporcionarle altas cantidades de calorías. Esto es útil para las personas que están a dieta para perder peso.
Las alcachofas pueden ayudar a las personas a controlar su diabetes de tipo 2
Una investigación publicada en el American Journal of Clinical Nutrition estudió los fructanos encontrados en las alcachofas. El fructano es un tipo de fibra soluble que puede ayudar a aumentar el número de bacterias probióticas en el tracto digestivo, al mismo tiempo que reduce los picos de azúcar en la sangre. El estudio descubrió que los fructanos que se encuentran en las alcachofas no aumentan los niveles de glucosa en la sangre y los niveles de insulina en comparación con la fructosa.
Las alcachofas pueden ayudar a mejorar la salud del corazón
Las alcachofas tienen cantidades pequeñas pero significativas de una amplia variedad de vitaminas y minerales incluyendo calcio, hierro, fósforo y vitaminas. Investigaciones publicadas en el Journal of Phytomedicine encontraron que el consumo de extracto de hoja de alcachofa podría ayudar a disminuir los niveles de colesterol total en 12 semanas, reduciendo así el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
La alcachofa es baja en calorías y grasa
100 g de este capullo sólo contienen 47 calorías. Sin embargo, es una de las mejores fuentes de fibra dietética y antioxidantes. Proporciona 5,4 g por cada 100 g, alrededor del 14% de la fibra RDA. La fibra dietética ayuda a controlar las condiciones de estreñimiento, disminuye los niveles de colesterol malo o “LDL” al unirse a él en los intestinos y ayuda a reducir los riesgos de cáncer de colon al evitar que los compuestos tóxicos de los alimentos sean absorbidos.
Las alcachofas pueden ser un alimento potente contra el cáncer
Las alcachofas ocupan el séptimo lugar en la lista del USDA de los 20 alimentos más ricos en antioxidantes que contienen polifenoles, quercetina y rutina. Los antioxidantes han sido fuertemente vinculados a la prevención del cáncer mediante la reducción de los radicales libres en el cuerpo. Los radicales libres son átomos, iones o moléculas altamente reactivos que roban electrones de otras moléculas como las grasas, las proteínas, las membranas celulares y el ADN, alterando así la estructura fundamental de la molécula afectada a través de un proceso llamado oxidación. La oxidación a largo plazo puede acumularse y conducir a cánceres y otras enfermedades degenerativas.
Las alcachofas son también una fuente rica en vitamina C. Las investigaciones publicadas en la revista de terapias integrales contra el cáncer determinaron que la vitamina C puede ayudar a mejorar los efectos secundarios nocivos del daño causado por los radicales libres a las células normales en la terapia contra el cáncer, como la mucositis y la fibrosis, y a reducir la reaparición del cáncer de mama.
Las alcachofas pueden contribuir a mejorar la salud mental
Las alcachofas contienen compuestos llamados antocianinas, moléculas de pigmento que pueden estar relacionadas con una función cognitiva adecuada. Las antocianinas pueden proteger contra las enfermedades del cerebro y la función mental que a menudo vienen con la edad. La alcachofa fresca es también una excelente fuente de folato, ya que proporciona unos 68 µg por 100 g (17% de la dosis diaria recomendada). El folato es esencial para preservar la memoria, la salud emocional y otras enfermedades cerebrales, ayudando a prevenir la enfermedad de Alzheimer, la depresión y la degeneración macular relacionada con la edad.
La alcachofa fresca es una excelente fuente de vitamina y ácido fólico
Proporciona unos 68 µg por 100 g (17% de la dosis diaria recomendada). El ácido fólico actúa como cofactor de las enzimas que participan en la síntesis del ADN. Los estudios científicos han demostrado que unos niveles adecuados de folatos en la dieta durante el período previo a la concepción y durante el inicio del embarazo pueden ayudar a prevenir los defectos del tubo neural en el recién nacido.
Fuente rica en minerales
La alcachofa cuenta con cobre, calcio, potasio, hierro, manganeso y fósforo. El potasio es un componente importante de los fluidos celulares y corporales que ayuda a controlar la frecuencia cardíaca y la presión arterial contrarrestando los efectos del sodio. El manganeso es utilizado por el cuerpo humano como cofactor de la enzima antioxidante superóxido dismutasa. Cobre requerido en la producción de glóbulos rojos. El hierro ayuda en la síntesis de los glóbulos rojos en la médula ósea.