La dieta mediterránea se conoce como una de las más saludables y completas en todo el mundo. La aplican los países que están, precisamente, ubicados en el mar que le otorga este nombre, como pueden ser España, Italia o Grecia. Se basa en los platos tradicionales que se elaboran en esta zona, aprovechando las materias primas autóctonas y los sabores tanto del mar como de la tierra.
Cuando hablamos de ella rara vez nos referimos a un simple recetario, ¡es mucho más! Se trata de la forma en la que se consumen los alimentos, los patrones a la hora de combinarlos y también, de alguna manera, al estilo de vida que va asociado a este tipo de comida. Disfrutar, degustar, mimar el producto.
Los principales ingredientes que encontramos en ella son los vegetales, el pan y algún cereal. Indispensable es también el aceite de oliva como único elemento graso, lejos de las mantequillas o los tocinos, y todo ello maridado con un buen vino, consumiendo siempre dicha bebida con moderación.
Aplicando esta sencilla costumbre alimentaria podemos aprovechar diferentes beneficios para el cuerpo, el paladar e incluso, para el bolsillo. Pero, ¿sabes cuáles son? Aquí te vamos a mostrar los 10 más importantes.
Los 10 beneficios de la dieta mediterránea
Acudir a los mercados y tiendas locales para hacer la compra o apostar por restaurantes que se caracterizan por sus sabores mediterráneos, como el emblemático Palace Fesol de Valencia, puede ofrecerte muchos beneficios. En esta lista vamos a repasar los 10 más importantes, los que te harán decantarte por la dieta mediterránea sin dudarlo, ¡empezamos!
1. Rica en antioxidantes
Los antioxidantes son capaces de prevenir o retrasar el estrés oxidativo que se produce en nuestras células de forma natural y que se potencia con la intervención de los radicales libres. Esto hace que nuestros órganos se conserven en buen estado y que, en otras palabras, podamos envejecer de modo más paulatino. Es algo fantástico para sentirse mejor por dentro y por fuera, algo que contribuye a una salud más favorable e incluso un aspecto más juvenil, conservando el buen estado de la piel o el cabello. La dieta mediterránea emplea cantidad de productos de la huerta cargados de estos antioxidantes que, cuando se consumen de forma regular, hacen su efecto en nuestro organismo.
2. Una dieta accesible
Los alimentos que se incluyen en esta suerte de dieta son sencillos, como las hortalizas o los cereales. Se pueden adquirir a precios que suelen resultar accesibles para todos los bolsillos, se conservan sin grandes necesidades especiales en cualquier despensa y se cocinan fácilmente. Si comparamos este estilo de alimentación con una basada en tentadores platos precocinados o procesados, salimos ganando en cuestión económica e incluso en lo referente al sabor, aunque parezca lo contrario a simple vista. El tratamiento de los procesados incluye procesos de elaboración y el añadido de los productos químicos conservantes que terminan por encarecer los productos y desaprovechar algunas de sus propiedades.
3. Previene la obesidad y los problemas de corazón
La dieta mediterránea previene el desarrollo de problemas o enfermedades cardiovasculares y también combate de forma eficiente la obesidad. Es gracias a sus materias primas y a la forma de cocinar los alimentos, habitualmente aderezados con un sencillo chorro de aceite de oliva, sin emplear grasas o salsas que hagan los platos más pesados y cargados con elementos muy poco favorables para el organismo. También ayuda a consumir las piezas de fruta y verdura recomendadas diariamente
4. Un regalo para el paladar
Este no es un beneficio gratuito o en exceso evidente, pues se trata de algo clave para disfrutar comiendo y para poder mantener los hábitos saludables a largo plazo. La mediterránea es una dieta a la que da gusto sumarse, pues nos proporciona sabores suaves, intensos, auténticos, del mar y de la tierra. Queda muy lejos de las dietas restrictivas y aburridas que nos hacen “sufrir” o pasar hambre a cambio de obtener beneficios para la salud.
5. Reduce la ingesta de carne
Consumir carnes rojas o procesadas muy a menudo es conocidamente malo para la salud, pues contribuye a la aparición de problemas en las arterias, obesidad, cáncer y otras complicaciones. La buena noticia es que esta dieta está cargada de pescados, mariscos, carnes de aves y otras variantes que son más suaves, por lo que nos invita a consumir en menor medida estos ingredientes que resultan muy poco aconsejables.
6. Ofrece la energía necesaria
Al adoptar esta costumbre en el patrón alimentario vamos a conseguir justo lo que nuestro cuerpo necesita: un óptimo equilibrio entre verduras y carnes, fibra suficiente, nutrientes de todo tipo, antioxidantes y minerales. Por supuesto, también hidratos de carbono naturales, sin grasas añadidas. Esto nos permite contar con la energía suficiente para superar cada jornada satisfactoriamente y mantener alejada la sensación de fatiga.
7. Respeta en entorno y el medioambiente
Hacer grandes producciones de res es altamente contaminante, algo que advierten los expertos desde hace bastantes años. Las hortalizas y otros ingredientes de la tierra se van a desarrollar con un porcentaje mucho menor de agua y de recursos, por lo que el propio planeta agradece este estilo de dieta. Además, las personas que vivimos en el mediterráneo podemos adquirir las materias primas de temporada, reduciendo la contaminación de los transportes o de las producciones artificiales.
8. Eleva la esperanza de vida
Como hemos visto a lo largo de esta lista, la dieta mediterránea va a proporcionarnos antioxidantes, va a velar por la salud de nuestro corazón y combatir otros problemas como la obesidad. El resultado de todo esto a largo plazo es una esperanza de vida más elevada y, generalmente, con mejor calidad.
9. Minimiza el riesgo de padecer diabetes
Gracias a la elevada dosis de vegetales y cereales que protagonizan las recetas de la dieta mediterránea, vamos a consumir alimentos que se metabolizan de una forma más lenta y que van a ayudarnos a controlar los niveles de azúcar en sangre. Esto es positivo para la salud desde una perspectiva generalizada y también, concretamente, beneficioso para evitar la aparición de la diabetes.
10. Proporciona sensación de bienestar
La dieta mediterránea nos ofrece la energía y los nutrientes necesarios para que todo nuestro organismo funcione a la perfección. A esto se añade que los alimentos no son especialmente pesados y que nos ayuda a mantenernos más ágiles. Con todo ello podemos aumentar nuestra sensación de bienestar, nuestra capacidad para aprontar el día de la mejor forma y sufriendo menos contratiempos relacionados con la salud.