En los últimos años, los cruceros han ganado popularidad como opción de vacaciones, debido a la gran cantidad de servicios que ofrecen. Asimismo, dan la posibilidad de conocer a muchas personas y visitar varios destinos en un solo viaje.
Hay cruceros organizados especialmente para personas de la tercera edad, solteros o temáticos, para vivir una experiencia diferente. Los barcos ofrecen diversión a todos los pasajeros, contando con restaurantes, casinos, bares, discotecas, áreas deportivas, piscinas y mucho más.
Si estás pensando en hacer este tipo de viaje, debes conocer todo lo que puedes encontrar al decidir lanzarte a esta aventura. Aquí te contamos lo malo y lo bueno de decidir pasar tus próximas vacaciones haciendo un crucero.
Lo bueno de los cruceros
El turismo de cruceros aumenta cada día más y, solamente en España, se estima que más de 3 millones de personas sueñan con pasar así sus vacaciones. Esto se debe a que le ven un gran número de ventajas:
1. Varios destinos en un mismo viaje
Uno de los puntos más interesantes, es que los cruceros te permiten conocer distintos países en un único recorrido. Por lo general, estos viajes tienen rutas que tocan puerto en 3 o más países, con opción de hacer excursiones en tierra.
Si optas por un crucero por el Mediterráneo o prefieres nadar en las azules aguas del Caribe, al llegar a tierra, tendrás varios destinos a recorrer. Los que prefieren ir con todo organizado, suelen tomar los paseos que ofrecen directamente en el crucero, para mayor comodidad.
También, tienes la posibilidad de bajar en el puerto y contactar directamente con las agencias locales para organizar tu itinerario. Los que prefieren moverse con mayor libertad, pueden aventurarse a hacer sus recorridos individualmente, cuidando de llegar a tiempo para el embarque.
2. Comodidad durante tu estancia
Otra de las grandes ventajas de hacer un crucero, es que solamente debes preparar el equipaje antes de embarcar. Durante todo el viaje estarás en el mismo camarote y no tendrás la molestia de hacer y deshacer maletas en cada ciudad.
Además, al contratar un paquete de crucero tienes incluidas todas las comidas mientras estás en el barco. Es un ahorro importante al comparar con un viaje convencional, donde solamente tienes garantizado el desayuno con el pago de la habitación en el hotel.
Al ir en el crucero, tienes mayor comodidad de colocar tus pertenencias a tu gusto en el camarote, sin tener que moverlas cuando hay que cambiar de habitación. También, cuentas con servicio de lavandería, por lo que puedes viajar con poco equipaje.
3. Entretenimiento en el barco
Si viajas de forma convencional, las noches en cada destino pueden tornarse aburridas o tienes que ir buscando distintas opciones de diversión. En el crucero, aprovechas todos los momentos del viaje, incluido el recorrido entre varios puertos.
Los grandes barcos cuentan con numerosas actividades y entretenimiento para hacer de tu viaje una experiencia única. Desde restaurantes que tienen chefs con estrellas Michelin hasta espectáculos nocturnos, baile, cine y, por supuesto, el casino.
Durante el día se suelen organizar actividades al aire libre, en los parques acuáticos y piscinas disponibles. Si prefieres pasar un rato más relajante, puedes optar por tumbarte a llevar el sol o visitar el spa, para gozar de un tratamiento especial.
4. Variedad de temáticas
Cada vez son más populares los cruceros organizados para cierto grupo de personas o con una temática particular. Para conocer tus opciones, consulta a un agente de cruceros, como SoloCruceros, especialistas que brindaran asesoría para seleccionar el viaje que mejor se ajusta tus preferencias.
Hay cruceros especiales para amantes del vino, la buena comida o para aquellos que quieren recrear una fantasía, como un barco pirata. Igualmente, se organizan viajes especiales para aquellos solteros en busca de pareja.
Es muy frecuente ver cruceros dirigidos a adultos mayores, donde tienen la oportunidad de compartir con personas de su misma edad. También, hay algunos más enfocados a las familias, con actividades tanto para los adultos como los niños.
5. Gran vida social
Si hay algo que tendrás al hacer un crucero, es la posibilidad de conocer a una gran cantidad de personas y compartir con ellos. Los barcos suelen tener capacidad para miles de pasajeros, que se van encontrando en los distintos lugares de esparcimiento.
Asimismo, se suelen organizar actividades para que las personas se conozcan, como concursos o participación en espectáculos. Es ideal para aquellos que tienen una personalidad extrovertida y ayuda a socializar a los que presentan un carácter más tímido y reservado.
Lo malo de los cruceros
Aunque los cruceros tienen muchas ventajas y deberías hacer al menos uno en tu vida, para vivir la experiencia, también tienen algunos contras. Los cruceristas nos comentan sobre los inconvenientes que se han encontrado:
1. Servicios no incluidos costosos
Al reservar tu crucero, debes revisar con cuidado los servicios que se incluyen en el paquete que estás pagando. De no hacerlo te puedes encontrar con sorpresas desagradables, y tu presupuesto se verá afectado.
Por ejemplo, la mayoría de las navieras no suelen incluir bebidas alcohólicas, que pueden venir en un paquete aparte o debes pagarlas individualmente. También, deberás pagar el servicio de internet, por lo que te recomendamos ver los planes que ofrece cada compañía.
Otros servicios que deberás pagar extra son la lavandería, las sesiones en el spa o si vas al salón de belleza. En el caso de las comidas, los restaurantes especiales no están incluidos y deberás pagar si deseas comer o cenar en estos.
2. Dependes de un itinerario
Los cruceros no son para personas que prefieren andar a su ritmo y decidir ir donde quiera sin presiones. Por lo general, tienes que organizar con antelación tu itinerario, para poder aprovechar las visitas en tierra.
Asimismo, las actividades especiales dentro del barco tienen horarios establecidos, a los cuales deberás adaptarte. Otro inconveniente es que tienes poco espacio para estar solo y en casi cada rincón del barco, encontrarás otras personas.
3. Poco tiempo para visitar lugares en los puertos
Si quieres realmente vivir las costumbres y cultura de los lugares que visitas, un crucero no es la mejor opción. Generalmente, los barcos paran en cada puerto entre 5 a 9 horas, por lo que las excursiones tienen un tiempo limitado.
Deberás seleccionar con antelación los lugares que podrás conocer en el tiempo disponible, teniendo que priorizar los que te interesen más. Habrá poca oportunidad de vagabundear por las calles de cada ciudad, y lo más probable es que tengas que tomar excursiones guiadas.
4. Mareos y vértigo
Un inconveniente que tienen algunas personas, es que se sienten mareadas al estar en el barco en movimiento. Esto ocurre con poca frecuencia en los grandes barcos de crucero, debido a que tienen estabilizadores, que ayudan a evitar el bamboleo.
Sin embargo, cuando el mar está agitado, puede que te sientas un poco mareado y no podrás disfrutar completamente del viaje. Una buena opción, si eres sensible, es elegir los camarotes centrales, donde el movimiento es menor.